..Una caña y dos de sangre...primeras impresiones de True Blood.

Lo bueno de visitar blogs y seguirlos es que te enteras de la existencia de ciertos libros, películas y demás fenómenos culturales, que por lo menos en mi caso a veces me pasan desapercibidos por otros medios, ya que el trabajo a veces me absorbe tanto que no me entero de na.

Uno de esos casos ha sido mi descubrimiento, gracias al blog de Krys y luego de Satrian, de la serie True Blood, serie que no conocía y que sólo con un par de capítulos me ha enganchado.

Haciendo memoria, resulta que de un modo u otro me he sumergido muchas veces en el mundo vampiril a lo largo de mi vida y aunque no es que sean mis preferidos, (como personajes fantásticos siempre he preferido a las brujas), lo cierto es que entre toda la saga completa de Anne Rice, (unos siete u ocho libros), Buffy Cazavampiros, Drácula de Bram Stocker y más recientemente la saga de Crepúsculo, puede decirse que me atraen.

Una de las cosas más curiosas de los vampiros en el mundo del arte son las muchas variantes que existen de ellos.
Para unos autores sus criaturas son afectadas por crucifijos y agua bendita, para otros no; algunos prefieren convertirlos en "vegetarianos", todo lo contrario a los que prefieren que tomen el menú de toda la vida; en cambio lo más común es que se escondan, que vivan en la clandestinidad, y es ésto lo que más me ha llamado la atención en ésta serie.

Aquí no solo todo el mundo sabe de su existencia, sino que están, o intentan estar, incluidos en la sociedad con el convencimiento de que no son peligrosos gracias a que pueden alimentarse de sangre artificial creada en Japón, (como no), y sufriendo los prejuicios por parte de los no-vampiros.

La ficción está ambientada en un pueblecito de Luisiana, (también lugar predilecto de los vampiros de Anne Rice), en un lugar de la América profunda de donde al parecer muchos se quieren marchar y en el que casi la mitad de reparto femenino pasa sus días completamente en celo.

Sookie es una camarera telépata que trabaja en el típico bar-pub americano con billar, gramola, café y tarta por pocos dólares.
Tiene una amiga, Tara, que a la más mínima te mete dos yoyas, un hermano, Jason, que en dos capítulos parece que practicamente esté en encefalograma plano, (ya decía Krys que era muy mono pero no muy listo), y un jefe que está enamorado de ella.

Como si no tuviera suficiente con todo esto, un día entra en el bar un vampiro con aspecto de poco recomendable, y como las mujeres a veces solemos prendarnos de los tíos con cara de bohemios, mirada de sufrimiento, pinta de desamparados y aires de incomprendidos por aquello del rollo maternal, pues ésta se queda colada también, y entre un que te salvo la vida, que te doy las gracias, que me río de que te llamas Bill, (parece que ella ha olvidado que se llama Sookie..), y soy peligroso, empieza a surgir entre ellos algo peculiar pero fuerte.

Además de toda ésta historia de amor, también tenemos intriga, asesinatos y humor, lo único malo para mi ha sido que me parece un poco cutre que aparezcan y desaparezcan los colmillos de los vampiros como si tuvieran un resorte, pero quitando eso, me alegro de descubrirla.
Con dos capítulos me ha causado buena impresión, tengo por delante toda la primera temporada, que promete, y parece que pronto vendrá la segunda, asi que si como yo no sabías de su existencia, te la recomiendo.